
¿Qué beneficios tiene la repostería en el desarrollo infantil?
La repostería ayuda a mejorar la motricidad fina, refuerza habilidades matemáticas, estimula la creatividad, enseña paciencia y responsabilidad, y fortalece el vínculo emocional entre padres e hijos. Todo mientras se divierten y aprenden juntos.
¿Por qué es bueno que los niños participen a la hora de hacer el postre?
Cocinar postres permite a los niños explorar texturas, sabores y colores. Además, les da confianza en sí mismos, fomenta la autonomía y les permite expresarse creativamente, especialmente al decorar sus creaciones.
¿Qué habilidades desarrollan los niños al hornear?
Hornear ayuda a desarrollar habilidades como la coordinación motriz, el manejo de utensilios, la medición de ingredientes, el seguimiento de instrucciones y la paciencia al esperar los tiempos de cocción, todo en un ambiente lúdico y afectivo.
¿Cómo puede la repostería enseñar matemáticas a los niños?
Al medir ingredientes, contar porciones o ajustar cantidades, los niños aplican conceptos matemáticos de forma concreta. También pueden aprender sobre proporciones, fracciones y hasta reacciones químicas al usar ingredientes como REXAL® polvo para hornear.
Meterse a la cocina con los más pequeños del hogar no sólo da como resultado un delicioso postre: también es una experiencia educativa, creativa y enriquecedora.
La repostería, especialmente cuando se realiza en casa y con amor, tiene múltiples beneficios para el desarrollo infantil. Aquí te contamos por qué vale la pena involucrar a tus hijos en ella:
Desarrolla la motricidad fina
Amasar, cortar con moldes, verter líquidos, batir con cuidado. Todos estos movimientos ayudan a mejorar la coordinación mano-ojo y la destreza de los dedos, algo clave en las primeras etapas del desarrollo.
Además, manipular distintos utensilios y texturas despierta la curiosidad sensorial y la autonomía.
Estimula la creatividad
Decorar galletas, pastelitos o cupcakes es una actividad que libera imaginación: elegir colores, figuras, toppings, y hasta crear personajes o temáticas divertidas.
Refuerza matemáticas de forma práctica
Medir ingredientes, contar cucharadas, ajustar porciones… todo eso son matemáticas en acción.
Además, si usas productos como REXAL® polvo para hornear, puedes explicar incluso cómo reacciona la mezcla y por qué crecen los pasteles o galletas. ¡La ciencia también entra en juego!
Enseña paciencia y responsabilidad
Seguir pasos en orden, esperar a que el horno esté listo, recoger lo que se ensucia. Hornear es una oportunidad perfecta para fomentar rutinas con estructura un tanto rígida, pero dentro de un entorno alegre y seguro.
Es emocionalmente nutritiva
Compartir tiempo en la cocina crea recuerdos que se quedan para siempre. Ayuda a fortalecer el vínculo familiar, da confianza en uno mismo y genera un sentimiento de logro cuando ven el resultado final.
Recuerda: aunque la repostería parezca cotidiana para los adultos, para los niños es sentir que han creado “algo real” con sus manos, lo cual es profundamente satisfactorio.